domingo, 15 de febrero de 2015

Un repaso de la temporada celtics hasta el parate del All Stars



La filosofía de Stevens vs las necesidades de Ainge

Desde aquel triple sobre la chicharra de Evan Turner en Portland, hasta el último disparo vs Atlanta, todo cambió en este equipo; de ser un conjunto anodino y sin alma, a ganarse el respeto de sus colegas, como un equipo duro y batallador.

 
imagen boston.cbslocal.com

Cuando empezó esta temporada todos nos ilusionamos con la gran preparación que había hecho el equipo, se veía claramente una mejora en defensa, sumado al buen rendimiento de los recién llegados como Thornton y Zeller y la aparición de Smart como rueda de auxilio de Avery Bradley y la dupla Sullinger / Olynyk debajo del aro. Había que sumarle a esto, que sus dos mejores hombres no estaban jugando, Rondo por su quebradura en la mano y Jeff Green por una lesión en el tobillo, por lo tanto había expectativas… y  de las buenas, para lo que venía en camino.
Imaen beantownbasketball.com
Todo comenzó con el pie derecho, una victoria fácil vs Nets  en el que pudimos apreciar todo lo bueno que habíamos visto en pretemporada, pero solo fue un espejismo, al día siguiente viajamos a Houston y recibimos una cachetada de realidad, se empezó a notar las deficiencias que íbamos a observar a lo largo del campeonato (debilidad en la pintura y problemas en la rotación defensiva sobre el perímetro).
El viaje a Dallas dejó una muestra gratis de lo que se impregnaría más tarde este plantel, de la mano de Smart los celtics remontaron una diferencia de 30 puntos a base de defensa dura y lucha, a cuesta con todas las limitaciones que cuenta este plantel… no sirvió de nada al final solo se aprendió la lección nos quedamos en la orilla después de remar todo un océano… así serían varios partidos durante la temporada.
Boston es uno de los equipos que más partidos tiene con derrotas por menos  de 6 puntos, muchas despilfarradas en esa primera mitad de campeonato, cuando no sabíamos cómo cerrar los encuentros, porque Rondo no estaba acostumbrado a eso y porque el cartel de líder de plantel indicaba que era él quien debía cargar con el peso… así Green, Sullinger o Turner tuvieron que delegar esa responsabilidad.
Llegamos a Diciembre navegando en la irregularidad, con un record de 9-14 y ahí… en ese preciso momento, luego de dos victorias consecutivas, la bomba de Adrian Wojnarowski caía en Beantown: “fuentes de la liga indican que Rajon Rondo está siendo negociado a Dallas Mavericks”… después de años de escuchar rumores de traspaso de Rajon nadie se sorprendió, pero esta vez la fuente era una de las más confiables de la liga.
Y así fue, el último representante del campeonato del 2008, capitán del equipo y supuestamente piedra angular de la reconstrucción de la franquicia hacia las maletas hacia el oeste a cambio de un par de rondas protegidas y tres jugadores (Brandan Wright, Jamer Nelson y Jae Crowder).
Ainge no quiso pasar por una negociación con Rondo y sintió que era el momento de obtener algo a cambio, antes de quedarse sin nada en la mano. La última esperanza de la reconstrucción a corto plazo se evaporaba.
Imagen www.zimbio.com 
El general manager luego de fracasar en el reclutamiento de Love en el verano y viendo que Rondo iba por el máximo y teniendo en cuenta lo que se avecinaba en la agencia libre 2015, no le quedó otra que apretar el gatillo. Jeff Green seria el próximo en la lista… y así la profundización del ctrl + alt + Supr arrastró a Jamer Nelson y Brandan Wright (en quien había esperanzas de que fuera parte del proyecto) a cambio de rondas y espacio salarial, la política del front office era clara.
Del otro lado, Brad Stevens tenía que hacer malabares para conformar un equipo competitivo: “Me levanto cada mañana y miro el Roster para saber a quién tengo en el plantel” dijo antes del encuentro vs Miami.
Y esto pesaba en los jugadores, el rendimiento de Green cayó en picada luego de la transferencia de Rondo, nadie sabía quién podía ser el siguiente en la lista, por eso las derrotas no tardaron en llegar. El coach tenía el roster sobrecargado en varias posiciones y esto limitaba el tiempo de cancha de varios y no quedaba claro el roll de cada uno: hubo partidos en los que utilizo a los 12 jugadores, esto no podía seguir así.
Porque si la idea era darles minutos a los jóvenes para que se desarrollen, esto no se estaba viendo, así fue que Ainge terminó por dinamitar lo que quedaba…
En el medio de estos movimientos el equipo fue ordenándose y bebiendo lentamente la filosofía del entrenador sumado a los nuevos roles que fueron adquiriendo los jugadores.
Después de la partida de Rondo y Green, claramente Sullinger se hizo cargo del liderazgo, algo natural en él, acostumbrado a cargar con sus equipos en el secundario y en Ohio State, Sully sabia como era ese trabajo y lo tomó como algo natural, así declaraba en su diario para Espn Boston: 

“Ahora me he convertido en el último nombre que anuncian durante la presentación de los equipos en los partidos en casa. Es algo especial para mí, considerando los jugadores que han sido anunciados aquí en último lugar, como KG, Paul Pierce y Rondo. Cuando piensas en todos los grandes nombres que han sido anunciados en último lugar, es fantástico formar parte de ellos”.

En esa vorágine de partidos Stevens iba modificando sus alineaciones en busca de respuestas, así Zeller pasó al banco, Crowder suplantó a Green y Turner se hizo cargo de la conducción, ante los primeros fallidos de Smart como titular.
El coach entendió que el ex Oklahoma State no estaba listo para cargar con la responsabilidad del inicio, más que nada teniendo la sombra de Rondo tras de sí, así Turner recogió el guante y pudo organizar el equipo más allá de no ser su función natural. Pero inteligentemente el entrenador le dio más minutos en el global a Smart y lo dejó en cancha en todos los cierres de partido para que vaya acostumbrándose a los momentos difíciles.
Un record de 4-11 después del primer traspaso y un plantel que navegaba en la irregularidad y parecía definitivamente tirar la toalla, se estaba por enfrentar al momento más duro del calendario con una gira en el Oeste, donde los celtics no ganaban hacia casi 2 años y en la cual tenían que enfrentar, en 8 días, 5 partidos incluido a tres de los punteros de la conferencia y dos back to backs.
Se les iba a unir Tayshaun Prince y Shavlik Randolph en Los Angeles, los dos provenientes del traspaso de Jeff Green a Memphis. Stevens agradecido por la cuota que le podía otorgar el ex campeón con Detroit a un plantel que solo contaba con Wallace como hombre expediente, insertó al alero en la rotación.
La gira fue todo un éxito, contra todos los pronósticos los celtics encontraron la formula y su identidad, el coach pudo convencer a sus jugadores que eran capaces de afrontar estos partidos y cortar la racha negativa en tierras del pacifico.
Imagen www.wildcatworld.com
Victorias en Porland, Denver, Utah y un gran encuentro ante el mejor equipo de la liga en Oakland, donde forzaron a los Warriors hasta el último seg de partido, mostraron definitivamente el camino.
Sullinger se cargó el equipo a su espalda respaldado por un gran trabajo de Evan Turner, Smart, Bradley y el recién llegado Prince. Se estabilizo la rotación del equipo con una segunda unidad poderosa, de la mano de Zeller, Smart y Prince y lo más importante de todo se encontró definitivamente la filosofía del entrenador que fue tomada y asumida por los jugadores.
La idea de Stevens era clara: ante la falta de jugadores de renombre y varios de ellos de características defensivas (Smart, Crowder, Bradley) había que poner el énfasis en la defensa, para poder crear situaciones del otro lado de la cancha, luchar hasta el último segundo y no rendirse hasta que suene la chicharra…pase lo que pase.
Stephen Curry daba cuenta de esto al finalizar el partido:
 “es mérito de ellos (por los celtics) no se rindieron nunca, siguieron empujando y empujando hasta llevarnos a este final cerrado”.
Entrenador y jugadores se mancomunaron detrás de esta idiosincrasia de “retroceder nunca, rendirse jamás” y esto se puedo ver en los partidos siguientes.
La vuelta al Garden, luego de este agotador viaje, trajo dos derrotas consecutivas que forzaron a Stevens a meter mano por última vez: Smart estaba listo para afrontar la titularidad y Turner ocuparía el lugar de Crowder como alero, reforzando el ataque de la primera unidad y dándole más sacrificio y defensa a la segunda, con el ex Marquette.
Cuatro victorias en cinco partidos, fue el resultado más que evidente de que la modificación resultó positiva.  Se profundizo en la idea de la marca y el contragolpe como armas predilectas de este equipo, se descubrió  la alineación baja como nueva arma y la utilización de la zona 2-1-2 por momentos para darle alternativas en el costado defensivo.
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El record es de 9-14 desde el encuentro ante los Blazers, se está a solo un paso de la última plaza de Playoffs y se ganó el respeto de propios y ajenos. Esto decía Paul Millsap después de la victoria de Boston en el último segundo: 

  “un team joven como ellos tiende a no salir y jugar duro cada noche. Los celtics son diferentes"

Los jugadores tienen en claro lo que quiere el entrenador y parecen convencidos de que este es el camino: “luchar, luchar y no rendirse nunca, aunque las cosas no estén saliendo como queremos” decía Evan Turner.
Se llegó al límite de traspasos y el día 19 va a marcar los pasos a seguir, Ainge puede volver a diezmar al equipo con algún traspaso… pero los jugadores y el cuerpo técnico no dejarán de lado su idea de “retroceder nunca rendirse jamás”.
















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