martes, 14 de abril de 2015

Brad Stevens y sus jugadores logran un objetivo impensado a principio de temporada, los Playoffs

La derrota de anoche de Indiana frente a Chicago, colocó al equipo de Massachussetts finalmente tras una larga lucha en puestos de playoffs.





Brad Stevens lo hizo, logró que un equipo formado por mayoría de jovenes y "segundas figuras" pueda alcanzar la postemporada en el segundo año de reconstrucción de la franquicia. El conjunto fue de menor a mayor durante la temporada, con bajas de sus principales figuras por traspaso y otras por lesiones.
Que decir de este equipo, pese a carecer de talento individual, ha sacado el máximo provecho de sus habilidades, tanto en defensa como en ataque.


 ¿Quién esperaba algo de Evan Turner, Jae Crowder, Jonas Jerebko, Gigi Datome, Tyler Zeller? Jugadores que en sus anteriores equipos pasaron desapercibidos y nunca imaginaron poder alcanzar el nivel que estan teniendo actualmente. Con 40 jugadores distintos a su disposición, Stevens logró formar una química de grupo impecable, que dió todo para ganar cada partido y con rotaciones muy amplias, que en la  mayoría de casos fueron beneficiosas, porque no dejó a nadie al margen de su equipo. Podemos hablar de muchos casos, de jugadores como los antes mencionados (Marcus Thornton, Jordan Crawford y otros más) que lograron tener su mejor nivel con el coach de los verdes. 
Brad Stevens es el verdadero MVP de este equipo, Danny Ainge no imaginó nunca, que a pesar de traspasar a Rondo y a Green, el equipo seguiría peleando hasta el final, viendo esto, dió su recompensa al equipo con un traspaso de calidad al traer a Isaiah Thomas, el anotador que le faltaba al equipo y sobre todo a la segunda unidad. Cuando todo parecía que se encaminaba para terminar entre los últimos puestos, aquel triple de Evan Turner en Portland y esa gira por el oeste, hizo que los jugadores se dieran cuentan de que "Si, nosotros podemos" , y desde febrero para acá Boston es el 4to mejor equipo en victorias.

Salió a batallar frente al que se le pusiera en frente, tuvo derrotas dolorosas cuando el juego desaparecía, pero dió la nota siempre, incluso contra equipos mucho mejores individual y colectivamente (Atlanta por ejemplo, Golden State se perdió luego de ir arriba por 26 puntos). No importó la baja de su figura Jared Sullinger, ni las lesiones que fueron ocurriendo como la de Bradley,la de Thomas, o la de Olynyk. La valentía de estos jugadores no tiene límites, un premio al esfuerzo, al trabajo y a la comunicación lograda por el técnico entre él y sus jugadores. El público tiene el regalo que se merece, ver a su equipo jugar una postemporada. Los grandes no tanquean señores, la tradición no se negocia, el esfuerzo es obligatorio en este equipo, por los que estuvieron antes y por los que vendrán.




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